viernes, 10 de abril de 2015


1 comentario:

  1. .Las conversiones son siempre sospechosas, por no decir abiertamente fraudulentas. Lo propio y lo digno de la naturaleza humana es la evolución paulatina, lúcida y serena. Desconfía, hijo mío, de los conversos.
    Los sentimientos religiosos pueden y suelen conducir a la histeria. Y viceversa. ¿Te has preguntado alguna vez por que los estigmas de mi crucifixión aparecen, cuando lo hacen, en la palma de la mano, que es donde el vulgo cree que los sayones hincaban los clavos, y no en el reverso de la muñeca, que es donde en realidad los ponían?....

    Fernando Sánchez Dragó (Carta de Jesús al Papa)
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